Junto con el gobernador Rolando Figueroa, la comunidad mapuche Currumil celebró hoy en Quillén, cerca de Aluminé, la inauguración de su nuevo puesto sanitario, un logro significativo para la salud pública de la región del Pehuén que representa el fruto del trabajo colaborativo entre el ministerio de Salud, la empresa estatal Corfone y los integrantes de la comunidad mapuche.
El proyecto, resultado de un esfuerzo conjunto que priorizó el respeto por la identidad cultural y las necesidades específicas de las comunidades mapuche, reconoció su participación activa en todo el proceso de planificación y ejecución.
El compromiso de construcción del nuevo edificio de la posta fue asumido por el ministerio de Salud y Corfone a mediados de enero pasado de este año. Tras una gestión eficiente de los recursos, la nueva sede se concretó en tiempo récord.
Además de Figueroa, en la inauguración estuvieron presentes autoridades e integrantes de la comunidad mapuche Currumil, el ministro de Salud, Martín Regueiro; la ministra de Infraestructura, Tanya Bertoldi; el intendente de Aluminé, Diego Victoria; el presidente de Corfone, Jorge Lara; la secretaria de Desarrollo Humano, Miryan Abojer; el diputado provincial Gabriel Álamo, entre otros.
Instalaciones modernas y funcionales
El nuevo centro de salud cuenta con unos 100 metros cuadrados distribuidos estratégicamente para optimizar la atención médica y de enfermería que se brindará de forma progresiva y programada. La infraestructura incluye un hall de ingreso, área de recepción, consultorios equipados, una sala de enfermería, baños sectorizados incluyendo uno especialmente adaptado para personas con discapacidad, y una cocina funcional.
El puesto sanitario no solo mejora el acceso a servicios de salud esenciales para la comunidad, sino que también representa el reconocimiento de los derechos y la participación de la comunidad en las decisiones que afectan su bienestar.
Materiales y tecnología de calidad
La construcción se realizó gracias a Corfone, con estándares de alta calidad y un sistema constructivo basado en paneles de madera, respetando tanto las técnicas modernas como la armonía con el entorno natural tan valorado por la comunidad mapuche.
El edificio cuenta con pisos y revestimientos cerámicos esmaltados de primera calidad, instalaciones completas de agua fría y caliente, electricidad y gas. Para garantizar la seguridad, las ventanas del lado exterior están protegidas con rejas, mientras que los cerramientos incluyen ventanas de aluminio con vidrios y una puerta de acceso con marco metálico.
Los artefactos sanitarios están compuestos de loza de primera calidad, mesadas con bachas de acero inoxidable, sistemas de calefacción y conductos de ventilación que garantizan el confort tanto de los pacientes como del personal sanitario. La inversión total para esta obra ascendió a 105,8 millones de peso.
Un modelo de salud intercultural
El nuevo Puesto Sanitario de Quillén no solo representa una mejora en la infraestructura sanitaria, sino que también simboliza un avance significativo en la implementación de políticas de salud que reconocen y valoran la diversidad cultural.
La participación activa de la comunidad mapuche Currumil en todas las etapas del proyecto fue fundamental para asegurar que el centro de salud respondiera verdaderamente a sus necesidades y respetara sus tradiciones, constituyendo un modelo de gestión intercultural que podría replicarse en otras regiones.
El puesto sanitario ya brinda un servicio de salud de calidad, accesible y culturalmente apropiado para todos los habitantes de la zona.
